¿Qué es la Kombucha?
La Kombucha es una bebida probiótica hecha a partir de la fermentación de té negro con azucar.
Esta bebida que está en auge actualmente lleva milenios consumiéndose. Su origen se ha investigado que puede provenir de Japón, ya que el nombre de “kombucha” es japonés ya que kombu (昆布) significa ‘alga’, y la terminación cha (茶) significa ‘té’, o sea ‘té de alga’, por su parecido a un algañ.
Otros autores sugieren que el origen podría ser chino, existen escrituras que mencionan el hongo de té de los tiempos de dinastía Han, hacia el año 206 a. C. Los chinos apreciaban al hongo por su propiedad de equilibrar el chi, la energía vital, y mejorar la digestión. Como a todas las cosas semejantes, los médicos chinos guardaban el hongo de la inmortalidad y longevidad en secreto, pero en vano, porque cualquier persona que tiene la bebida puede obtener el hongo solo dejando la bebida lista en reposo por varias semanas.
Características de la Kombucha
La Kombucha es una bebida fermentada que contiene una simbiosis de levaduras y acetobacterias. Su sabor ideal es un balance de ácido y dulce y tiene gas (burbujitas), pero depende del tiempo que se haya dejado fermentar y su sabor final puede alterarse añadiendo otras bebidas al té final como zumos y fruta.
La kombucha contiene pequeñas cantidades de alcohol etílico (inferior al 0.5%) y además vitamina C, PP, D, de grupo B, fermentos proteasa, amilasa, catalasa que ayudan a la digestión de azúcar y aceleran el metabolismo celular. Aunque el contenido de vitaminas y minerales puede variar dependiendo de como se haya preparado.
El medio ácido de la Kombucha es precisamente lo que la protege de la contaminación de otras bacterias, aún así, el manipulado y elaboración de ésta hay que hacerlo siempre con recipientes, manos y utensilios bien limpios.
En todo caso, los casos de contaminación siempre se deben a la primera fase de la preparación de kombucha, por lo tanto es mejor evitar tomarla durante los primeros días de fermentación, empezando su consumo solo cuando empieza a crecer la nueva película del hongo, lo que significa que el ambiente de su crecimiento está libre de microorganismos contaminantes. El hongo se autodescontamina gracias a sus propiedades antibióticas.
¿Qué es el SCOBY?
Hablemos del Scoby. SCOBY es un acrónimo de la colonia simbiótica de levaduras y bacterias (del inglés: Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast), que se utiliza en la producción de varias bebidas y alimentos entre ellos, nuestra querida Kombuchita.
Cómo puedes ver en fotos, su aspecto es de lo más extraño; flota, es gomoso y resbaladizo y de él cuelgan unos trozos marrones (las levaduras). Hay muchas teorías sobre por qué las bacterias y la levadura forman esta capa gelatinosa de celulosa en la parte superior de la kombucha. La más plausible que he encontrado es que protege el té en fermentación del aire y ayuda a mantener un ambiente muy específico dentro del frasco que está protegido de las bacterias hostiles.
¿Cómo conseguir un SCOBY?
Lo mejor y más divertido es que lo compartas con tus familiares o amigos y/o que alguno de ellos te regalen uno de sus “hijos” scobys.
Si lamentablemente no conoces a nadie que tenga, siempre puedes comprarlo. Hay muchos sitios donde conseguirlo, pero nuestro querido Amazon tiene varias marcas que venden scobys sellados para que puedas preparar tu Kombuchita fácilmente en tu casa.
¿Cómo hacer un SCOBY desde cero?
Y si eres un aventurer@ y quieres hacer la experiencia completa te recomiendo que cultives tu propio SCOBY desde cero. ¿Cómo puedes hacerlo? Muy fácil.
Todas las bebidas de Kombucha tienen dentro el organismo que necesitamos disuelto, así que el secreto simplemente es dejar una kumbucha fermentar. La clave es escoger una kombucha pura, sin aditivos ni sabores.
Con esto puedes probar varias maneras, pero simplemente dejando la botella abierta y tapada con una tela (para que no se contamine), en un lugar cálido es suficiente para que vaya fermentando y se vaya formando un bebé scoby en la superficie.
Hay gente que también lo mezcla con un poco de té y azúcar, que es de lo que se alimenta el scoby, todo es probar y experimentar.
Como hacer Kombucha
Para preparar Kombucha, lo más importante es que dispongas de un SCOBY. Nuestro amiguito es el que se encarga de fermentar la bebida y convertirla en Kombucha. Luego es importante saber cúanta kombucha quieres hacer, porque a partir de ahí sabrás qué tamaño de tarro necesitas comprar.
Nota importante: NUNCA emplear algo de metal en contacto con la Kombucha y/o el Scoby. Mejor utilizar cucharillas de madera.
Para hacer Kombucha necesitas:
- Tarro grande de cristal para fermentar
- Tela y goma elástica o cuerda para cubrir el tarro
- Cucharilla de madera
- Té negro
- Azúcar
- Scoby
- Té iniciador (parte del té inicial donde está el scoby)
Para todo esto, he encontrado una Calculadora de los ingredientes para la Kombucha que es de lo más útil. Basta indicar la cantidad de Kombucha que deseas hacer y te dirá la cantidad de ingredientes que necesitas.
Paso 1. Hacer el té base.
Poner el agua a hervir. Retirar del fuego y añadir el azúcar para que se disuelva. Añade el té y déjalo reposar hasta que el agua se haya enfriado. Dependiendo del tamaño de la olla, esto llevará unas horas. Puedes acelerar el proceso de enfriamiento colocando la tetera en un baño de hielo.
Paso 2. Añadir el té inicial.
Una vez que el té se haya enfriado, retirar las bolsas de té o colar el té suelto. Añadir el té de inicio. (El té iniciador hace que el líquido sea ácido, lo que impide que bacterias). El té iniciador o inicial es parte del té donde está el Scoby, ya sea que te lo hayan dado o lo hayas comprado siempre debe venir con un líquido donde pueda vivir.
Paso 3. Transferir al tarro y añadir el Scoby.
Vertir la mezcla en un tarro de cristal grande y deslizar suavemente el scoby dendro del tarro con las manos limpias.
Cubra la boca del tarro con unas cuantas capas de tela bien tejida, filtros de café o paños de cocina asegurados con una banda elástica o cuerda. Esto es para evitar que entren bacterias o las típicas mosquitas de la fruta.
Paso 4. Dejar fermentar de 7 a 10 días.
Mantén el frasco a temperatura ambiente, fuera de la luz solar directa y en un lugar en el que no se pueda mover. Fermenta de 7 a 10 días, revisando la kombucha y el scoby periódicamente.
En mi caso, voy revisando que no salga moho en la parte superior. Si se seca, y por tanto no hay liquido ácido, puede salir moho. Lo mejor es dejar el scoby tranquilo, pero en mi caso cada 3/4 días humedezco con el dedo ligeramente la superficie hundiendo un poquito el scoby.
El scoby puede hundirse, voltearse pero lo normal es que vaya tomando su sitio al final en la parte superior de tarro. Normalmente también se formará un scoby nuevo en la superfície.
También es posible que vea trozos marrones y fibrosos flotando debajo del scoby, sedimentos que se acumulan en el fondo y burbujas que se acumulan alrededor del scoby. Todo esto es normal y es signo de una fermentación saludable. Si huele a vinagre y se acidifica la mezcla siginifica que va todo bien.
Lo ideal es ir probando un poquito a partir de los 7 días, con una pajita (no metal, recuerda) o llenando un vasito para ver el balance de ácido / dulce. Dependiendo del calor ambiente, el tamaño del scoby, etc, puede ir más rápido o más lento.
Paso 5. Embotellar y volver a empezar.
Empezamos el ciclo de nuevo. La kombucha está lista para embotellar. Recuerda que debes dejar parte del té para ser el iniciador del siguiente lote de kombucha.
Para embotellar, conviene retirar el scoby y dejarlo apartado en un platito limpio, siempre con una herramienta que no sea de metal.
Paso 6. Segunda fermentación.
Si te gusta darle algo de sabor a la Kombucha, tras embotellar empezaría una segunda fermentación. Ésta es la que aporta el gas extra y los sabores personalizados. Esta segunda fermentación se hace directamente sin el scoby y basta de 1 a 3 días.
Para eso yo empleo unos tarros medianos, donde mezclo la kombucha con trozos de fruta. Mis sabores preferidos son Limón con Jenjibre, Manzana y Canela y Melocotón, pero todo es probar y experimentar con especias, frutas y sabores.
En mi caso lo dejo 2 días a temperatura ambiente. Conviene abrir el tarro o botella cada 1 o 2 días ya que puede generarse mucho gas. Tras esto con un colador retiro la fruta y grumitos para pasarlo ya a la botella donde suelo consumirla. Refrigera para detener la fermentación y la carbonatación, y luego consume tu kombucha antes de un mes.
Si con esto aún no te aclaras, puedes ver unos vídeos que seguro te sacarán de muchas dudas.
Beneficios de la Kombucha
Es la Kombucha buena para tí?
La kombucha está indiscutiblemente llena de probióticos y otras cosas buenas que nuestros intestinos disfrutan y que ayudan a mejorar nuestra salud en general.
Esta bebida de té ácido es rica en vitaminas del grupo B, antioxidantes y probióticos que pueden ser beneficiosos para tu salud. Aunque sin grandes estudios detrás, es difícil decir si la kombucha es definitivamente buena para ti. Se desaconseja tomar kombucha a las personas con enfermedad hepática o renal, a pacientes diabéticos y a personas con el sistema de inmunidad débil.
Y si te da pereza la aventura de prepararla tu mismo siempre puedes comprarla. Eso sí, si es la primera vez que consumes, te recomiendo que pruebes alguna con sabores, como por ejemplo el clásico Limón y Jenjibre. Aquí te dejo varias opciones: